Si bien conocemos que todas las parejas pueden atravesar por períodos de crisis, discusiones, intercambio de palabras, entre otros, en algunas ocasiones estas situaciones se van presentando con alta frecuencia y logran impactar negativamente en la funcionalidad y estabilidad de la misma.
La respuesta siempre será ¡Mientras más pronto mejor!, ya que debemos tener en cuenta que depende de cómo transcurran estos procesos, podrán o no recuperar la relación.
Tengamos en consideración que hacer caso omiso a los problemas sólo generaría que estas dificultades se hagan cada vez más grandes y la repercusión podría ser más perjudicial para cada uno de los miembros. Adicionalmente, existe la creencia de que "el tiempo lo curará” o "dejémoslo pasar por esta vez”; sin embargo, la evidencia indica que lamentablemente aquellas parejas que no asumen un especial compromiso y plena consciencia para solucionar sus problemas, pueden alcanzar serias repercusiones, tales como:
En la terapia de pareja, el psicoterapeuta toma una posición fundamentalmente neutral y activa para desarrollar nuevas perspectivas y ayudar a la pareja a descubrir soluciones de acuerdo a cada situación.
Desde el inicio, el terapeuta se centrará en la situación actual que está generando el conflicto. Evaluará en qué momento de la historia de la pareja se empezaron a desarrollar esquemas, interpretaciones o expectativas irreales e inexactas que devinieron en la crisis con el fin de iniciar con el abordaje.
Si como pareja tienen la sensación de estar en un callejón sin salida o tener una crisis en su relación, la terapia de pareja puede ayudarles a encontrar una nueva perspectiva.
El objetivo principal de la terapia de pareja es reestablecer el respeto, la comprensión y salvaguardar el bienestar emocional de ambos miembros de la pareja.
Con este fin, a lo largo de la terapia se procura identificar aquellas creencias o evaluaciones negativas que manifiestan los miembros entre sí. Expectativas irreales o atribuciones erróneas que pueden generar frustración en ambos, al ver que no existen coincidencias o al interpretar que se están violando sus derechos o demandas.
Cuando surgen crisis de pareja, la relación se convierte progresivamente en una lucha de poderes constante, en la cual la única tarea es "encontrar al culpable”, hacer asumir la responsabilidad de los problemas mientras se desarrolla una plena expectativa de que el otro sienta o se comporte tal y como uno considera. Nada más perjudicial que ello.
Por esta razón, la terapia de pareja, busca proporcionar a la pareja, claves para comunicar asertivamente sus opiniones y sentimientos, resolver y gestionar sus conflictos, entender su comportamiento en tiempos de crisis, pero sobre todo identificar y aplicar los cambios que puedan restaurar el equilibrio a la relación. Entendiendo que, "una pareja feliz no es aquella que no tiene conflictos, sino aquella que sabe adaptarse y enfrentarse a ellos”.
Una terapia de pareja no debe tener solo como objetivo mantener la relación, sino se enfoca en lograr que, a través de la comunicación efectiva y asertiva, la pareja resuelva lo que quiera resolver para sentirse mejor y para recuperar la funcionalidad y el bienestar de cada uno de los miembros, ya sea para recuperar la relación (si ambos así lo desean) o para desvincularse de la manera menos conflictiva y dolorosa posible.
La duración de la terapia de pareja depende de cada caso, tanto de la gravedad de los problemas de la relación, así como los objetivos de ambos participantes. La experiencia ha demostrado que el éxito que aporta una terapia de pareja es mejor si se comienza temprano y no sólo cuando presenta una separación que ya parece inevitable.
Las sesiones tienen una duración de 45 minutos a una hora. Pueden darse de manera semanal o quincenal, dependiendo de las circunstancias y el grado de conflicto.
A consideración del terapeuta, en ocasiones se sugiere que los miembros de la pareja pasen por algunas sesiones individuales de manera alterna a las sesiones conjuntas, con el fin de trabajar en la evaluación de sus demandas o evaluaciones disfuncionales hacia la pareja, entrenar en estrategias de comunicación asertiva y estilos adecuados de afrontamiento y solución y/o negociación del conflicto.